El 2018 ha comenzado con nuevas preocupaciones sobre la suba de las expensas.
Todos sabemos lo profundamente negativo que eso es, no sólo porque torna más pesada la carga de la economía particular de las familias que viven en propiedad horizontal, sino también porque resta valor venal a la propiedad.
Expensas caras significa menos atractivos a la hora de vender el departamento a posibles compradores y también representa una mochila pesada para aquellos que están alquilando.
La pregunta es: ¿cómo hacer para que bajen?.
Independientemente de que se recomienda estar en contacto con el Consejo de Propietarios (si existiera en el consorcio) para que monitoree los presupuestos que se manejan a la hora de las reparaciones, conforme las atribuciones que este cuerpo tiene por la legislación vigente, lo cierto es que en general el 70% de la "torta" de los gastos representa el mantenimiento del encargado.
Dicho sea de paso que, al igual que cualquier otro trabajador, el encargado debe ganar bien y dignamente, pero en el caso de los Consorcios -al no ser empresas- vemos una marcada desproporción.
Para esto hay dos posibles soluciones: una temporal y una definitiva.
La solución temporal consiste en tomar un encargado sin vivienda o una empresa de limpieza y alquilar la portería; esto representaría un ingreso para el consorcio y aliviaría las expensas.
Recordemos además, que como la unidad funcional portería al ser común no paga expensas, para compensar esto el alquiler sería más oneroso que el de plaza.
Aclaremos también que el alquiler de la portería -al ser un acto de mera administración- no cambia el destino de la portería, que sigue siendo tal, sólo que temporariamente se la alquila y esta determinación puede decidirse con el voto de más de la mitad de todo el consorcio.
La solución definitiva consiste en que el escandaloso régimen de paritarias se reemplace por paritarias por consorcio.
Los edificios tienen realidades económicas diferentes.
Recordemos también que los de menos unidades son los que más sufren, dado que esas familias deben pagar más en proporción.
La implementación de esto sería relativamente sencilla.
Tengamos en cuenta que cuando un encargado requiere un ayudante se decide por consorcio y más aún si consideramos que desde hace un tiempo existe el SERACARH.
Eso significaría que cada consorcio podría negociar según su realidad económica y no según un número antojadizo "negociado" a puertas cerradas.
Sería un sistema de paritarias de excepción para la atípica paritaria de Encargados, donde los que pagan no están representados.-