El día 14 de diciembre de 2017 ocurrieron hechos lamentables dentro y fuera del HONORABLE CONGRESO NACIONAL.
Se vio también una réplica desmedida de las fuerzas del orden.
En las calles adyacentes, grupos de inadaptados, encapuchados, arrojando piedras y quemando contenedores de residuos aparentaban protestar contra un proyecto de ley que debía debatirse en DIPUTADOS, y que había sido ya aprobado en SENADORES.
El peor y más injusto proyecto a debatir, no justificaba lo ocurrido.
Sólo los guiaba – con el aval explícito o tácito de ciertos sectores - un desprecio total a las cosas del dominio público y a las privadas (ataques a comercios de la zona).No era una protesta, eran desmanes.
Lamentablemente se pudo ver a algunos diputados junto a esas patotas.
Unos y otros hacían caso omiso de la Constitución Nacional: "Artículo 22.- El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución.
Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición.”
Unos y otros manifestaban desprecio absoluto por el sistema representativo, republicano y federal que nos rige.
En el recinto de DIPUTADOS lamentablemente una sesión que debió ser de fuerte debate permitió ver - con gritos, insultos y actitudes patoteriles de muchos- la falta de educación y de control de los diputados.
Si no se quería que saliera convertido en ley un proyecto tan cuestionado, el viejo y remanido recurso de no dar quórum hubiera bastado.
No era necesario brindar ese bochornoso y vergonzante espectáculo, dado a conocer por los medios publicitarios de todo el mundo.
Muchos de los representantes del pueblo de la Nación Argentina no se han comportado a la altura de la investidura dada por sus mandantes.
De forma semejante, vemos cotidianamente que el comportamiento de muchos administradores de consorcios replica ese desprecio a la legalidad y finalmente a quienes los han elegido de buena fe para administrar sus propiedades.
Se impone educar, educar, educar.