Démonos cuenta que por detrás de los males que aquejan hoy a las personas, tanto a nivel individual como social, se encuentra un fenómeno de gran envergadura: algo está muriendo para siempre en esta civilización y otra cosa está naciendo, tímidamente, sin revelar todavía sus verdaderas formas.
Una nueva cultura que la mayoría de la gente aún no es capaz de asumir y naturalmente a muchos pone incómodos, perplejos, privándolos de verdadera fe en lo que hacen.
Debemos convenir que el mundo está asistiendo a una avalancha tecnológica tan formidable, que puede decirse que es la más potente de todas las que sacudieron al "homo sapiens" desde que éste dejara la caverna para otear al horizonte.
El desarrollo de las técnicas de manejo de la información abre de pronto, ante nuestros ojos atónitos, un panorama tan amplio que nuestra imaginación parece replegarse sin poder todavía deglutir el fenómeno en su totalidad.
Conceptos básicos que creíamos hasta ahora de una solidez absoluta trastabillan en nuestro interior ante la sencilla evidencia de que prácticamente todo lo que podemos pensar y expresar en este mundo es, en el fondo, información y nada más que información; esto es: simples órdenes en sentido positivo o negativo que viajan a la velocidad de la luz y cuya distribución crea la voz, el color, la palabra, la fotografía, la imagen móvil y cálculos siderales con precisión y rapidez inimaginables.
Tener a carradas y a mano, de pronto, toda la información del planeta (y digo a mano porque verdaderamente está al alcance de un inocente "click") es algo que contraría todas las reglas a las que estábamos acostumbrados.
Antes había que conquistar la información a costa de mucho esfuerzo, tiempo y dinero.
A partir de ahora, día a día se va haciendo más simple y rápido acceder a ella, y esta carrera hacia la simplicidad de acceso recién comienza.
Pensar siquiera que un lejano habitante del desierto o un morador de la montaña más inaccesible pueda acceder desde su PC a cursos universitarios o hurgar en los archivos más remotos en busca de la documentación que necesita, es algo que sin duda producirá cambios sociales y económicos verdaderamente inimaginables.
Nuestra generación puede considerarse afortunada por poder asistir al nacimiento de una nueva cultura.
Muere la vieja cultura romana, la del papel y la arenga y nace otra.
Y con ella, un nuevo modelo de "ser en el mundo" para la raza humana.
Tal vez ni mejor ni peor, sino simplemente distinto.
"Tus hijos edificarán una casa que tú nunca habitarás", decía Jalil Gibran.
Delinear, avizorar el perfil de este nuevo patrón sobre el cual habremos de plasmar nuestras vidas en lo futuro para cubrirlas de sentido, es la gran tarea que nos toca hoy.
Frente a esa necesaria misión, que otros países se toman, naturalmente, en serio porque no darle importancia significa perder el tren de la historia, las cosas que desvelan hoy a nuestros hombres públicos -internas partidarias y la "imagen" que van a exhibir frente a las próximas elecciones- parece francamente lamentable.
No podemos hacer, desde el llano, otra cosa que denunciar públicamente que la gente les reclama con urgencia apartarse de las mezquindades cotidianas y levantar la frente para mirar el país, cuya administración se les ha confiado, con visión de futuro e imaginación creadora.
Contenido para:
Todo el país
Todo el país
Lo que vendrá
"...El mundo está asistiendo a una avalancha tecnológica tan formidable, que puede decirse que es la más potente de todas las que sacudieron al Homo Sapiens desde que éste dejara la caverna para otear el horizonte..."
Mucha gente, incluídas aquellas personas de más cultura o poder social, deben a menudo llamar secretamente a sus hijos o nietos de corta edad para que los auxilien liberándolos de atolladeros simples pero trágicos tales como un e-mail inexplicablemente borrado o un archivo encriptado por causa de una sencilla tecla apretada o dejada de apretar, etc.
Mucha gente, incluídas aquellas personas de más cultura o poder social, deben a menudo llamar secretamente a sus hijos o nietos de corta edad para que los auxilien liberándolos de atolladeros simples pero trágicos tales como un e-mail inexplicablemente borrado o un archivo encriptado por causa de una sencilla tecla apretada o dejada de apretar, etc.
Tags: De Interés General para la Familia Urbana, De Interés General para la Familia Urbana,
Comentarios