El primer ferrocarril argentino se hizo con capitales argentinos.
Dos locomotoras usadas que estuvieron en la guerra anglo-rusa de la Crimea: la Porteña y la Argentina (que mandaron al Paraguay cuando la guerra y nunca más se supo de ella) Modesto el recorrido inicial, Del Parque (hoy Plaza Lavalle) hasta la lejana Floresta de entonces, hoy barrio capitalino...
Luego vinieron los capitales ingle- ses, ignoro si para seguir adelante no había capitales vernáculos o hubo otras razones.
Así se les dio la concesión a cien años y llegaron a tener 40 mil kms.
de vías, si bien la telaraña convergía en el puerto de Buenos Aires para exportar nuestros productos.
Nunca hubo ferrocarriles transversales, salvo uno de Rosario a Bahía Blanca,que se fundió y todavía quedan ruinas por ahí.
En la década de 1951 vencía la concesión y debían entregar todo el sistema en buen estado de funcionamiento...
el entonces ministro de Hacienda (no existía aún Economía),de apellido Miranda, ,industrial hojalatero, manifestó que los ferrocarriles eran puro hierro viejo...y a un tiempo dijo todo lo contrario...
Obvio, las acciones que se habían ido a su menor expresión bajaron, en el interín la Argentina compra los ferrocarriles con los trescientos millones de libras que nos debía G.Bretaña, las acciones se fueron arriba...
Se denunció que el grupo vernáculo había comprado las acciones cuando estaban bajas y luego hicieron su pingüe negocio cuando subieron y el "fierro viejo se trasformó en oro"...así esos trescientos millones de libras jamás volvieron al país...los ingleses festejaron la proeza argentina por varias semanas...
Aquí el inocente orgullo nacionalista lo festejó con bombos y platillos.
Al técnico, un ingeniero especializado, que manifestó el mal negocio que sería comprar los ferrocarriles, pudiendo esperar pocos años para tenerlos sin ningún desenbolso, lo premiaron con la cesantía (omito su nombre por razones obvias y me consta porque esto lo fui viviendo personalmente)
Como vemos, siempre fuimos los más vivos para los negocios...reestatizarlos es volver a un pasado de supernumerarios, ñoquis y acomodados políticos.
El Estado, sin duda, debe fiscalizar a las empresas privatizadas y hacerles cumplir un servicio digno, tal la misión del Estado legislador y no empresario, cuyos resultados ya hemos conocido.
Pero los entes reguladores, aunque existen y pagan suculentos sueldos...poco y nada hace...
Atte.
Maese Gregorio, CABaires, Aregentina
Contenido para:
Todo el país
Todo el país
Nos escribe nuestro lector Maese Gregorio
Tags: De Interés General para la Familia Urbana, De Interés General para la Familia Urbana,
Comentarios