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NUESTRA ESPERANZA 2020: UNION, RESPETO Y PAZ, EN EL PAÍS Y EN LOS CONSORCIOS.

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Qué decimos cuando confiamos en un 2020 con unión, respeto y paz.

La unión que nos esperanza es la de todos, jóvenes y viejos, argentinos y extranjeros, ricos y pobres, sin distinción de género, ni de fe, ni de raza, ni de orientación sexual, sin estigmatizar a nadie, mirando con indulgencia al que piensa distinto porque siempre habrá algún punto de coincidencia mutua.
Tratando de impulsar la voluntad de ayudar - en la medida de las propias posibilidades – al otro.
Nuestra querida Argentina la hicieron los inmigrantes europeos fundamentalmente, pero también los americanos, y en menor medida los asiáticos y los africanos.
Todos buscamos un lugar bajo el sol de nuestra bandera.
Recordémoslo.

El respeto que pedimos es el cimiento primigenio y básico para cualquier grupo humano: respetar las leyes, todas, absolutamente todas.
Ese respeto se debe traducir en todos los actos cotidianos, especialmente en no dañar lo ajeno, lo que al no ser propio, es de todos.
El mejor y más justo reclamo se empaña si los que reclaman dañan .
Si quienes reclaman destruyen bienes o impiden transitar en forma obstinada y recurrente.
Quienes dañan debieran responder por sus acciones.
El Código Civil y Comercial rige para todos.
La regla sencilla -coloquialmente hablando -debe ser: el que las hace, las paga.
Si no está identificado, sería justo y razonable que respondan los convocantes al reclamo.
Serán también respetuosos los jueces que dicten sentencias justas sobre la base de las leyes vigentes y de acuerdo a las pruebas .
Para que haya justicia independiente debe haber jueces valientes.
El respeto siempre es como la lluvia, cae de arriba hacia abajo, y es el ejemplo : de los mayores en una familia, de las autoridades superiores en un país y del administrador en un consorcio.
El respetuoso genera conductas a repetición y el irrespetuoso o maleducado también.
Recordémoslo.

La paz que anhelamos es la que llega indefectiblemente cuando cada uno hace lo que debe, cumpliendo su rol según su lugar en el grupo social y fundamentalmente ayudando de todas las formas posibles al que menos tiene, al necesitado de algún tipo de ayuda que no puede procurársela solo y que requiere la colaboración de los demás.
El que da siempre recibe más de lo que entrega y sin lugar a dudas se inunda de paz.
Recordémoslo.

® Liga del Consorcista

Tags: De Interés General para la Familia Urbana,

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