Traducción: ELECCIONES: Los regímenes fascistas también las tenían.
Voto Electrónico: El tema no está en quién vota, sino en quién cuenta los votos.
Origen de la Imagen: oldamericancentury.org En numerosas ocasiones me pregunto si alguna vez la Democracia, tal y como la conocemos podrá ser mejorada o perfeccionada entre nosotros para poder lograr funcionar como sociedad organizada madura.
Cuando estudiamos historia nos cuentan que en la antigua Grecia se aplicaba la democracia directa: No se elegían representantes que decidieran por los ciudadanos, sino que éstos hacían saber su voluntad de modo directo.
Claro que no todos los habitantes contaban como ciudadanos, pero eso es otra cuestión.
En la actualidad, aparentemente, la sola idea de instaurar la democracia directa parecería una utopía impracticable.
Sin embargo, existe un ejemplo en el mundo que es necesario darlo a conocer.
Se trata de un país que nunca da que hablar, donde no hay grandes escándalos, fraudes ni revoluciones.
Donde la gene que ocupa cargos públicos asume literalmente su función como una carga y no como un privilegio.
Se trata de Estonia.
Estonia ha sido el primer país en el mundo en aplicar el voto electrónico a nivel nacional.
Ya había realizado una prueba piloto en el año 2005, la que fue un éxito, y ahora, en febrero de 2007 lanzó las primeras elecciones parlamentarias electrónicas.
Este nuevo método fue usado por 1 de cada 30 votantes.
Y esto nos vuelve al tema de la democracia directa: No sería posible implementar en un futuro no muy lejano un sistema electrónico de votación donde pudieren convocarse a permanentes plebiscitos virtuales para las decisiones de mayor envergadura?
Sin irnos tan lejos en el tiempo ni ser tan ambiciosos en las posibilidades del sistema, el voto electrónico puede solucionar muchos de los problemas que sufre nuestra democracia argentina:
1.
FOMENTA LA MAYOR PARTICIPACIÓN: En la inmensa mayoría de los ámbitos donde se nos exige votar (Asambleas, Clubes de Fútbol, Colegios Profesionales, Asociaciones de todo tipo), la gente que directamente no se molesta siquiera en participar constituye un porcentaje alarmante.
En muchos casos no votan porque consideran que pierden mucho tiempo para acercarse al lugar de la votación o porque piensan que su voluntad es irrelevante.
2.
EVITA LA CONCENTRACIÓN DEL PODER: De ese modo se evita que los grupos de siempre procedan a encerrar el poder en círculos de amigos.
3.
SE TERMINARÍA EL PROBLEMA DE LA VIOLENCIA EN EL FÚTBOL: Es secreto a voces que los propios dirigentes de los Clubes de Fútbol precisan de estos grupos de poder llamados “barras bravas”, los alientan y tratan de satisfacerlos materialmente, puestos que ellos son quienes les consiguen y movilizan a los votantes a la hora de la renovación de las autoridades de los clubes.
El voto electrónico provocaría que la gran masa de afiliados tomara partición en las elecciones minimizando el poder de aquellos.
4.
EL MENOR COSTO: El Estado gasta una considerable suma de dinero en cada elección en concepto de recursos materiales y humanos.
Por su propia naturaleza, Internet abarata drásticamente esos costos, haciendo posible además contar con conteos más rápidos y fiables.
Ya hemos encontrado cuatro cuestiones que hoy día menoscaban al sistema democrático, al punto tal que una buena parte de la ciudadanía lisa y llanamente descree en el propio sistema.
Ahora bien, se requiere hacer una muy precisa distinción entre el Voto electrónico (Electronic Voting) a secas, de su especial variedad realizada por Internet en forma remota.
Queremos decir lo siguiente: no se trata de reemplazar el sistema de urnas de madera o cartón por una caja electrónica donde en lugar de tomar un papel, se aprieta un botón: Se trata de permitir el voto remoto desde cualquier computadora; el voto del ciudadano que realice desde su lugar de trabajo o desde su casa.
Sin embargo, esta reforma no puede implementarse de la noche a la mañana.
En una primera etapa es preciso que este tipo de votación virtual sea “optativa”; es decir, que no reemplace totalmente al sistema actual, sino que se brinde como una opción: los ciudadanos podrían optar entre el sistema electrónico y el de las urnas.
LA IMPLEMENTACIÓN DEL SISTEMA ELECTRÓNICO
Estonia ha creado lo que podría ser una Cédula de Identidad cuyo aspecto es el de una tarjeta de crédito, pero que sirve también como identificación electrónica.
Quien desee votar vía internet debe descargarse un programa que el Estado ofrece gratuitamente en su página web, instalarlo y, usando las clave pública y privada en cuyo sistema se basa la Cédula Electrónica de cada ciudadano (bastante similar al de la Firma Digital que se está implementando en Argentina), le aparecen en pantalla todos los candidatos, debiendo éste elegir entre aquéllos.
Thad Hall, profesor de la Universidad de Utah, quien observó de cerca las elecciones, aclara que no solamente se han tomado todas las precauciones del caso haciendo al sistema lo suficientemente seguro y fiable, sino que el voto en soporte electrónico debe ser asimilado al voto en soporte papel actual.
Hoy día en las elecciones que usan el sistema tradicional, no se ha logrado impedir la pérdida de urnas, la falta de boletas, el voto computado dos veces y el voto de los fallecidos, por mencionar sólo algunos ejemplos.
El voto electrónico es más rápido, confiable, seguro y cómodo.
Sólo falta una reforma política que posibilite el cambio cultural.
Podemos afirmar sin llegar a equivocarnos que esa es la verdadera revolución cultural que exige la Democracia en este tercer milenio.