El 2020 difícilmente será olvidado en mucho tiempo. Un año atípico que nos obligó a modificar gran parte de nuestras costumbres, y que provocó consecuencias sanitarias, económicas y psicológicas. Este año fue un golpe para todos, pero más allá de querer que pase y olvidarlo debemos reflexionar en lo positivo que nos dejó. Este año permitió despertarnos un poco de la inercia de ciertas cosas que dábamos por sentado que se tenían que hacer de manera presencial, desde un trámite bancario hasta nuestro día a día laboral.
Pero más allá de la situación sanitaria, para el 2021 los argentinos queremos tener una mejor calidad de vida. Queremos que nuestros políticos escuchen. Hoy por hoy las discusiones políticas tienen un tinte casi farandulero y se quedan en las formas sin ir al fondo del asunto. Cuantas veces leemos o escuchamos una noticia sobre políticos –sin importar el color- y es lo que fulano “dijo” sobre mengano y como mengano le contestó en vez de hacer hincapié en lo que se “hizo”. “Argentinos… ¡A las cosas!” decía José Ortega y Gasset. A más de medio siglo las palabras del filósofo español siguen teniendo vigencia.
¿Cuáles son nuestros deseos para el 2021?
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¡No queremos más listas sábanas! Este reclamo se renueva pero como es de esas cosas que afecta a todos los políticos por igual, se lo silencia para que caiga en el olvido.
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Límites a los cargos públicos. Se debe terminar la lógica perversa de que cada nuevo gobernante trae a más gente y crea nuevos puestos –algunos de los más insólitos- a fin de obtener votos y clientelismo adicto.
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¡Transparencia, transparencia, transparencia! El pueblo tiene derecho a saber qué se hace con su dinero. No bastan las palabras. Se deben presentar los comprobantes. –tal y como ocurre en el consorcio-. Toda persona que administre dinero ajeno debe de rendir cuentas, así sea en el erario público, los sindicatos, clubes, etc…
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Defender el sagrado derecho de igualdad ante la ley. Todos tenemos los mismos derechos ante la ley. Basta de jubilaciones de privilegio y de “fueros” sindicales.
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Que nuestros legisladores entiendan que no se trata de la “cantidad” de leyes sino de la “calidad”.
Finalmente -y en lo que respecta al Consorcio- nuestros deseos son que los propietarios se involucren más en los asuntos del consorcio. Que no sea sólo cuando el problema afecte a uno mismo. Actuar cooperando sin mezquindad. Tratar el problema del otro como si fuera mío, porque quién sabe las vueltas de la vida si alguna vez terminemos teniendo el mismo problema.
Que los administradores respeten los principios elementales de su labor. Transparencia para con los que depositaron en ellos su confianza. Comunicación para que las cosas estén claras y los propietarios reciban respuesta a sus reclamos y desde luego, mucho sentido común para resolver los problemas.
En el derecho romano se hablaba del criterio de un buen “Paterfamilias” o Padre de familia. Es necesario que alguien dentro de cada consorcio encarne ese rol de autoridad moral.
La Liga del Consorcista en el 2021 cumple sus bodas de plata, asesorando y educando, siendo el primer centro de orientación y defensa del Consorcista de la República. Desde hace 25 años nos enorgullecemos de abrir los ojos de los integrantes de la comunidad consorcial para que sepan hacer valer sus derechos.
Queremos desearles a todos un muy buen año 2021 y que sea un gran año tanto para el país como para el consorcio, el cual es una maqueta de la sociedad argentina, ni más ni menos.