He tomado conocimiento de declaraciones impúdicas que han justificado la aprobación de un aumento del 100% en los haberes del poder legislativo nacional.
En estos momentos donde evitar que la inflación se dispare, donde cuidar el bolsillo de todos (activos y pasivos) es prioritario, un aumento del 100% de un mes para otro resulta insólito, increíble y obceno.
Los representantes del pueblo de la Nación no tienen un “patrón” o “empresa” de la cual dependen y que les abona el haber mensual.
Son los que eligen, el Pueblo Argentino todo, el que paga y al cual debieran rendirle cuenta.
Nada justifica tal desmesura.
Ni siquiera un pregonado retraso remuneratorio.
La sociedad en su conjunto asiste impávida a la consagración de este despropósito.
Ni siquiera se ha tenido en cuenta que ese aumento irritante, exorbitante e irrazonable puede verse como una conducta a imitar: todos sabemos que la necedad –en muchos órdenes de la vida- suele generar conductas a repetición.
¡¡¡¡Que triste imagen dan los representantes del pueblo!!!!
Frente al anunciado aumento de haberes pasivos al 17,62% a partir de marzo y al también anunciado aumento del 18% para el gremio de encargados de edificios de propiedad horizontal, la “familia” legislativa ha errado el camino.
¿¿¿¿Las normas son para beneficio de quienes las dictan????
¿El Honorable Congreso Nacional terminará siendo una corporación cerrada, ajena a la misma República que lo sostiene?
La sociedad sigue esperando conductas ejemplares.
¿Será en vano la espera?