En el caso se trataba de un empleado de Metrovías, quien para justificar inasistencias varias presentó certificados médicos falsos.
La Justicia Laboral consideró que no era arbitrario el despido dispuesto por la patronal.
La empleadora había invocado la causal de pérdida de confianza y violación del principio de buena fe, probando en el juicio la falta grave del dependiente.