Reproducimos a continuación una nota del Dr.
Osvaldo Loisi en respuesta a un administrador que nos enviara un correo impugnando la medida.
Estimado Administrador:
Agradezco sus comentarios y quisiera aprovechar la oportunidad para aclarar un punto que los administradores, en general, no toman en cuenta.
Administrar es una profesión y de ello no cabe la menor duda.
Pero sin embargo, existe una diferencia abismal entre ésta y las demás profesiones liberales, y es la siguiente:
Los abogados, ingenieros, contadores, escribanos, etc, sólo aconsejamos; en cambio, los administradores manejan dinero ajeno.
Es este último aspecto que hace que en dicha actividad prevalezca el elemento “confianza” por sobre el elemento “profesionalidad”.
Por idéntica razón, no puede admitirse un colegio profesional de administradores que tenga el gobierno de su matrícula –es decir, que sean ellos mismos quienes puedan decidir quién puede y quién no puede ejercer la profesión-.
Porque podrían decidir, indirectamente, con qué empresas contratar.
Ese es el riesgo y el impedimento constitucional.
Al administrador, pues, se le exige un grado mayor de transparencia, porque más allá de las normas profesionales, puede disponer del dinero de otros.
Y la conveniencia, en materia económica, no siempre coincide con las normas de profesionalidad.
Ser honesto y confiable, mi querido amigo, no son cualidades garantizadas por la profesionalidad, sino que deben ser determinadas exclusiva y excluyentemente por los dueños de los fondos que el profesional administra.
Puede ser un administrador graduado en una universidad prestigiosa y sin embargo ser deshonesto, y asimismo, puede ser un jubilado bancario con apenas formación secundaria y ser absolutamente confiable.
Quien debe decidir, debe ser, en todos los casos el propietario de los bienes.
Respecto a sus apreciaciones sobre profesionales que se venden, tiene usted absoluta razón.
Pero en esos supuestos, siempre se está en presencia de un delito.
En cambio, difícilmente un mal administrador que por torpeza o picardía perjudica los intereses de sus mandantes, pueda ser acusado de defraudar.
Gerenciar dinero de otros es la eterna gran cuestión, y disponer que todas las facturas sean digitalizadas, sería la gran solución, no sólo en Propiedad Horizontal, sino también en todos los niveles de la administración pública.
Saludo atentamente.