Nuestro país, la República Argentina está constituido por 23 provincias y una ciudad autónoma, originada en la reforma constitucional de 1994, ciudad que no es una provincia más.
Es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La CABA ha dictado su Estatuto Organizativo, similar a las constituciones provinciales.
Sin embargo ha dejado olvidada a la propiedad horizontal.
¿Cuál es la razón de la desprotección institucional en que la ciudad de Buenos Aires sumerge a uno de los mayores sectores que promueven el movimiento económico de esa gran urbe argentina?
Convengamos que la propiedad horizontal es una fuente de enorme creación de riqueza, que incluye y abarca a los sectores aseguradores, bancarios y comerciales e industriales en general.
Aparecen asì las constructoras, las inmobiliarias, las empresas dedicadas a administrar consorcios, los empleados y proveedores de los edificios y finalmente los consorcistas que con el pago de sus expensas contribuyen a sostener todo el sistema, sean estos propietarios, usufructuarios o poseedores.
Sin embargo la gran urbe argentina ha olvidado a la propiedad horizontal.
Ha creado un tímido y poco eficiente Registro Público de Administradores, sin estructura suficiente .
Su falta de eficacia es aprovechada por sectores que observan con avidez el lucro que podrían obtener, denostando por ineficiente la intervención estatal.
Mientras tanto, hay gente que compró hace años una unidad funcional, en épocas de bonanza económica y valor monetario estable, que hoy observa con desesperación que no puede sobrellevar el pago de los gastos consorciales.
Ante la inercia del estado urbano aparecen leyes como la absurda 5464.
Es preciso entonces fortalecer la intervención estatal creando un MINISTERIO DE LA PROPIEDAD HORIZONTAL.
Se apartarán asì los que ven en la propiedad horizontal una forma de lucro indebido.