Es de público conocimiento que los subsidios al tarifario de electricidad van a ser suspendidos, revisados, replanteados, reacomodados o modificados. Aquellos que no puedan pagar un aumento tienen un plazo para solicitar que se mantenga su tarifa social.
También se sabe que se divide a los usuarios en tres grupos, por hogares, según su capacidad económica, y que habrá aumentos. En algunos casos en forma escalonada.
De estas tres franjas de usuarios, la más alta no recibirá subsidio alguno.
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Hasta aquà es lo que se sabe porque hay normativa publicada, de la cual hicimos aquà un resumen.
Lo que hasta ahora no se sabe con certeza es qué pasará con los Consorcios. La tarifa general de los edificios es más cara que la residencial. El Consorcio, como hemos dicho incontables veces, no es una empresa, ni tiene objeto comercial ni productividad alguna.
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Entonces, qué pasará con los Consorcios? Pues como no hay nada resuelto, sólo hay trascendidos, que no son otra cosa que comentarios periodÃsticos sobre la base de declaraciones de funcionarios, podemos decir que no ha sido contemplado el tarifario eléctrico común consorcial (iluminación de pasillos y otros lugares comunes, bombas de agua que llevan lÃquido desde las cisternas hasta los tanques aéreos, motores de ascensores, etc.)
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Y mientras no estén contemplados, significa que probablemente no serán subsidiados. Sin perjuicio de nuestra opinión personal sobre la necesidad o no de subsidiar por parte del Estado, con tarifas bajas que sólo generan que el servicio en cuestión sea deficitario y proclive a cortes en el suministro, la realidad es que muchos propietarios no pueden pagar más aumentos de expensas. Hay morosidad significativa en muchos consorcios. Lamentablemente no hay estadÃsticas definitorias al respecto, dado que el universo consorcial es variopinto. Tal vez pueda clarificarse el panorama con las resultantes del último censo.
Las expensas han subido todo el año. Hay que admitir que con la enorme inflación que padecemos, todo sube: abonos, servicios, reparaciones, sueldos, honorarios, etc. pero son los gastos laborales los que se llevan -en general- gran parte de la recaudación (salarios y cargas sociales).
Para peor, los gastos en los consorcios se prorratean, es decir, que lo que un propietario no paga, será pagado por el resto, aumentando aún más la carga que generan las expensas . Y como se trata de gastos comunes ordinarios, los inquilinos también los abonan.
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Por el momento, nuestra sugerencia es convocar a Asamblea en cada consorcio que sienta el impacto inflacionario para que sean los propietarios los que arbitren formas de concientizar y economizar, dado que el manejo económico de un consorcio de propietarios se asemeja bastante a la economÃa familiar. Hoy ahorrar es difÃcil, pero se puede intentar: eliminar las horas extra del personal, que no son derecho adquirido para la mayorÃa de la doctrina y la jurisprudencia; alquilar una porterÃa vacÃa; cambiar las luminarias de lugares comunes por las de bajo consumo; adquirir productos de limpieza en comercios mayoristas razonables; revisar los presupuestos y abonos para lograr el mejor producto al mejor precio, etc.
El consorcio debe funcionar siempre como una buena economÃa hogareña, que no es ni más ni menos que eso: grupos de propietarios que desean vivir en paz.
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